Tiempo Extremo: Una Mirada Científica

Los científicos coinciden abrumadoramente en que el cambio climático causado por el hombre hace que el tiempo sea más extremo.

El cambio climático intensifica las olas de calor, incendios forestales, sequías, inundaciones y huracanes, haciéndolos más severos.

En algunos casos, el cambio climático puede aumentar la probabilidad de que estos eventos ocurran.

Al informar sobre el clima extremo, los periodistas deberían explicar cómo estos fenómenos naturales pueden estar relacionados con el cambio climático.

La ciencia climática detrás de los desastres

Calor Extremo y Olas de Calor

A medida que las emisiones de gases de efecto invernadero han atrapado más calor en la atmósfera, las olas de calor se vuelven más calientes y prolongadas, y el número de temperaturas máximas récord  se supera dramáticamente cada año.

Lluvias intensas e inundaciones

 El cambio climático está trayendo lluvias más intensas y aumentando el riesgo de inundaciones en muchas partes del planeta. A medida que las temperaturas globales suben, más agua se evapora de los suelos, plantas, lagos y océanos.

Cuando este vapor de agua adicional se condensa en precipitación, conduce a lluvias más intensas o cuando hace suficiente frío, a nevadas más pesadas.

Inundaciones Costeras

 Las inundaciones costeras están en aumento. A medida que el mundo se calienta, los glaciares y las capas de hielo se derriten en los océanos, expandiendo su volumen.

Al mismo tiempo, el volumen del agua misma se expande al calentarse. Estos dos elementos contribuyen al aumento del nivel del mar.

Globalmente, los niveles del mar han subido unos 18 centímetros desde el comienzo del siglo XX.

Este nivel de agua más alto está aumentando el número de inundaciones costeras durante las mareas altas regulares y durante tormentas costeras, ya sean sistemas tropicales o sistemas no tropicales.

Sequía

El aumento de las temperaturas globales está alterando el ciclo del agua y aumentando el riesgo de sequía en partes de los EE. UU.

Conforme avanza el aumento de las temperaturas globales, las tasas de evaporación también aumentan. Esas tasas de evaporación más altas secan el suelo más rápido, empeorando las sequías. Un suelo seco también se calienta más fácilmente. El calor adicional impulsa una mayor evaporación, empeorando aún más la sequía y creando un ciclo vicioso.

Huracanes y ciclones tropicales

Los océanos en calentamiento están alimentando ciclones tropicales más fuertes, los desastres meteorológicos más costosos. Los ciclones tropicales, el término más general para huracanes y tormentas tropicales, obtienen su energía del agua cálida del océano.

Más del noventa por ciento del calor adicional que entra en la atmósfera de la Tierra va a parar a los océanos. Aunque el número de ciclones tropicales no necesariamente está aumentando, los que se forman pueden volverse más destructivos, produciendo lluvias más intensas y una mayor marejada ciclónica.

Investigaciones preliminares también sugieren que los océanos más cálidos hacen que los huracanes se intensifiquen más rápidamente, dando a las áreas costeras menos advertencia previa.

Incendios Forestales

Condiciones más frecuentes de calor, sequedad y viento contribuyen a más incendios forestales que ponen en riesgo a personas y ecosistemas.

Inviernos secos, primaveras que comienzan antes y suelos más secos convierten los árboles en leña para incendios forestales.

La temporada promedio de incendios forestales en el oeste de los EE. UU. ahora es 105 días más larga, quema seis veces más acres y tiene tres veces más incendios grandes (más de 1,000 acres) que en la década de 1970.

Los científicos proyectan que esta tendencia continuará a medida que las temperaturas sigan subiendo.

Nieve y Hielo

El momento, la ubicación y la cantidad de nevadas están cambiando en el planeta.

Incluso en un mundo que se calienta, todavía habrá nieve. Pero en promedio, la cobertura de nieve en el Hemisferio Norte está disminuyendo, siendo las reducciones más pronunciadas en primavera y otoño.

Sin embargo, la nieve puede ser más intensa en lugares donde todavía no es lo suficientemente frío para nevar, llevando a precipitaciones más intensas.

Ciencia de la atribución climática

Los científicos ahora pueden calcular si, y en qué grado, el cambio climático afecta la probabilidad y la intensidad de eventos meteorológicos extremos individuales.

A veces, estos cálculos están disponibles dentro de las 48 horas posteriores a la ocurrencia de un evento. Los científicos comparan los datos climáticos actuales con modelos informáticos que simulan las condiciones de la era preindustrial antes del rápido aumento de las emisiones de combustibles fósiles.

La ciencia de la atribución nos da las herramientas para identificar y cuantificar la contribución del cambio climático antropogénico a estos eventos, proporcionando una base sólida para la toma de decisiones en políticas de mitigación y adaptación.

Un ejemplo palpable de la aplicación de esta ciencia se dió en el análisis del año 2023,  cuando se vinculó las devastadoras inundaciones en Australia a la intensificación del cambio climático. Estudios mostraron que el calentamiento global incrementó la probabilidad y severidad de las lluvias extremas. Este hallazgo subraya la urgencia de adoptar medidas de adaptación y reducir emisiones.

Un avance 

Para ser claros, no nos puede decir si un evento fue causado por el cambio climático porque todos los eventos meteorológicos tienen múltiples causas. Algunos eventos meteorológicos extremos, como los relacionados con el calor y las lluvias, son más fáciles de estudiar que otros, como los relacionados con incendios forestales, sequías o tornados.

Frente a la evidencia científica contundente, es claro que el cambio climático no es solo una amenaza distante, sino una realidad actual que está intensificando los eventos meteorológicos extremos alrededor del mundo.

Estos eventos, cada vez más frecuentes y severos, nos afectan a todos, alterando ecosistemas, socavando economías y poniendo en riesgo vidas humanas.

 Mitigación y adaptación

La ciencia de la atribución climática emerge como una herramienta vital, permitiéndonos entender con mayor precisión cómo el cambio climático influye en estos fenómenos. A través de este entendimiento, podemos tomar medidas más informadas y dirigidas para mitigar sus efectos y adaptarnos a un clima cambiante.

A medida que avanzamos, la responsabilidad recae tanto en los individuos como en los líderes globales para reconocer la gravedad de esta crisis y actuar con urgencia.

Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, invertir en energías renovables, y adaptar nuestras ciudades y comunidades para ser más resilientes son pasos cruciales hacia un futuro más seguro y sostenible.

La conexión entre el cambio climático y el tiempo extremo no solo es innegable sino que también es un llamado a la acción.

Es tiempo de enfrentar esta crisis con la seriedad y el compromiso que demanda, recordando siempre que nuestra capacidad para mitigar sus efectos y adaptarnos a sus cambios determinará la calidad de vida de las generaciones futuras.

 La acción climática no es una opción, es una necesidad urgente.

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